Chiesi España colabora con Banco Farmacéutico para ayudar a pacientes crónicos en situación de vulnerabilidad
La pandemia del Coronavirus no está dejando indiferente a nadie. Sin embargo, para las personas que se encuentran en una situación económica vulnerable y, además, sufren problemas crónicos de salud, las consecuencias son preocupantes. Ante esta realidad, Chiesi España ha movilizado activos y recursos para cubrir las necesidades sanitarias de pacientes crónicos y enfermos de Coronavirus.
El Director General de Chiesi España, Giuseppe Chiericatti, ha manifestado que “desde Chiesi España basamos nuestra forma de hacer negocios en el Valor Compartido, un concepto de sostenibilidad que significa que por cada acción que realizamos, queremos aportar valor tanto en la compañía como en la sociedad. En línea con este compromiso hemos movilizado activos y recursos para dar apoyo frente a la emergencia sanitaria producida por la pandemia de la COVID-19. Creemos firmemente que juntos lo lograremos, y ahora más que nunca”.
La crudeza de la crisis sanitaria es evidente. Pero como toda moneda, la realidad tiene dos caras. Y la buena noticia es que muchas empresas, pequeñas y grandes, se han volcado en poner un rayo de esperanza a la situación. “Entre algunas de nuestras acciones para aportar nuestra ayuda, hemos realizado una acción junto a Banco Farmacéutico con el fin de seguir ayudando tanto a los pacientes de la COVID-19, como también en la cobertura de las necesidades de pacientes crónicos que viven en situación de vulnerabilidad”, ha añadido el Director General de Chiesi España.
La ONG Banco Farmacéutico ha atendido a más de 6.500 beneficiarios a través de su proyecto Fondo Social de Medicamentos, puesto en marcha en 2016, sufragando medicación por valor de más de 750.000 euros. Está presente en las provincias de Barcelona, Lleida, Zaragoza y Madrid. En palabras de Jordi Bosch, Director de Relaciones Institucionales de Banco Farmacéutico: “Recibimos la colaboración de Laboratorios Chiesi con la seguridad de seguir acompañando a las personas que sufren económicamente la desigualdad en el acceso a los medicamentos. Este tipo de donación evidencia la eficacia de la cultura colaborativa, más aún cuando ponemos a la persona concreta en el centro de nuestra acción, por encima de intereses particulares o económicos”.